En el Mundo de Matilda nadie quiere contar el tiempo.
Para Matilda, no existen las prisas, las horas muertas ni el tiempo perdido.
Los relojes son en realidad cajas de música donde guardar momentos maravillosos.
En cada uno caben varios millones de preciosas emociones para recordar.
En cada uno caben varios millones de preciosas emociones para recordar.
Revivir esas chispas de felicidad es sencillo; sólo hay que poner las manillas del reloj en la hora y minuto en la que se haya guardado.
Y a Disfrutar!!.
Y si el reloj se para?!.
No suele pasar, pero el mejor remedio para volver a ponerlo en marcha es hacerle cosquillas traviesas a la manilla pequeña, la regordeta, que es la más perezosa.
Siempre con Mucho Cariño.